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Los portátiles para jugar suelen ser ordenadores con una gran potencia que podrás aprovechar a la hora de jugar, pero también cuando realizas cualquier otra tarea. Un ordenador potente agilizará todos los procesos. 

Los ordenadores portátiles para jugar contienen potentes tarjetas gráficas que puedes aprovechar para otras tareas como edición gráfica o edición de vídeo. 

Son ordenadores que cuidan con especial mimo estos dos apartados. Encontramos pantallas con resoluciones 4K y altas tasa de refresco que nos permitirán consumir de manera satisfactoria cualquier tipo de contenido. El sonido es otro aspecto relevante en la experiencia de los gamers, por lo que esta parte también acostumbra a estar muy cuidada.

La pantalla del portátil es un apartado clave. Deberás decidir que tamaño, resolución y frecuencia de refresco necesitas. Si tu presupuesto es limitado, deberás ponderar a cuál de estas características le das mayor relevancia. 

La CPU o procesador es el elemento fundamental para que el rendimiento de nuestro ordenador sea bueno. A mayor velocidad y más núcleos, mejor rendimiento. No obstante, si no eres un gaming que realice streaming en directo, no necesitarás irte a los mejores procesadores del mercado.

Aquí también es importante reseñar la relevancia de la unidad de procesamiento gráfico (GPU), que nos permitirá que los movimientos del videojuego sean fluidos. 

Cuánto más actuales y exigentes sean los juegos, más memoria RAM exigirán a nuestro portátil. Si no eres un gamer profesional, 32Gb podrían ser óptimos.