Las televisiones pequeñas, por definición, ocupan un menor espacio y será más fácil adaptarla a estancias más reducidas como puede ser la cocina o el dormitorio. No siempre vamos a buscar tener la smart tv más grande del mercado. Esto dependerá del uso que queramos darle. Por ejemplo, para que la televisión nos acompañe mientras comemos, es probable que prefiramos un formato más pequeño. 

La tecnología ha evolucionado de tal manera que una televisión pequeña puede ser smart tv e incorporar todas las prestaciones de una más grande como resolución 4K u otros.

Uno de los problemas de las televisiones grandes es la dificultad para transportarlas, tanto desde la tienda hasta el consumidor, como dentro de la casa. Si necesitamos moverla de sitio, lo haremos con mucha mayor facilidad si es de dimensiones menores. Por ello, en ocasiones será más cómodo adquirir un dispositivo de tamaño reducido. 

Aunque la resolución es de menor importancia en dispositivos pequeños, los Full HD o 1080p empiezan a estar desfasados. Por otro lado, parece precipitado e innecesario optar por 8k en una smart tv de tamaño reducido. Por todo ello, creemos que el 4k puede ser una buena opción. 

Una frecuencia de actualización más alta proporciona un movimiento más suave, sobretodo si vas a ver deportes en ella. Una frecuencia de actualización de 60 Hz está bien, pero 120 Hz mejor. La elección de una u otra depende, sobre todo, del presupuesto. 

Busca una smart tv compatible con HDR, ya que te ofrecerá colores más realistas y mejor contraste.